Su marca lo ayuda a crear conciencia de marca y diferencia sus productos y servicios de la competencia. Para que pueda obtener un derecho sobre ella, debe estar archivada, lo cual solo es posible si es válida. Estos son los criterios que deben respetarse al elegir la marca.
Criterios a cumplir: la marca debe estar disponible
Para poder registrar su marca, aún es necesario que esté disponible. Si ya está registrada por un competidor, deberá cambiar sus planes. Para asegurarse de esto, debe realizar una búsqueda de anterioridad usted mismo. De hecho, y contrariamente a una idea tenaz recibida, el OEPM no se encarga de verificar la disponibilidad de las marcas que se le envían. Tenga cuidado de respetar el criterio de disponibilidad de la marca, de lo contrario, se expone, si este no es el caso, a una acción legal por parte del titular. Las sanciones impuestas en el contexto de una acción por infracción son disuasorias: 300.000 € y 3 años de prisión. Por lo tanto, deberá verificar que una marca idéntica aún no esté registrada, también que el nombre que está considerando no pueda causar un riesgo de confusión con otra existente.
La marca no debe ser descriptiva
Para ser válida, su marca debe ser distintiva, no descriptiva. ¿Qué es descriptiva? Cualquier término o nombre genérico utilizado para identificar el producto como tal. Por ejemplo, no podrá registrar la marca “mesa” para vender mesas. Esta palabra genérica debe permanecer disponible en el lenguaje cotidiano, tanto para los consumidores como para la competencia. Del mismo modo, un atributo del producto tampoco puede ser una marca. Por ejemplo, no podrá presentar el nombre agudo para una marca de cuchillo. Sin embargo, puede usar una palabra común para una clase de productos que no tiene nada que ver. “Mesa” se puede integrar en el nombre de una marca de zapatos.
Criterio de legalidad de la marca
Tercer criterio a respetar en la elección de una marca, la legalidad. Claramente, no puede optar por una designación contraria al orden público y a la moral, es decir, socavando los principios esenciales de la sociedad. Los términos racistas, por ejemplo, no pueden registrarse como marcas registradas, como lo son los que incitan al odio o la intolerancia religiosa. Un empresario trató de registrar la marca "Yo soy Charlie", que le fue denegada, dado el trauma de los atentados de París.
La marca no debe ser engañosa
Último criterio a tener en cuenta al elegir el nombre de su marca, el de engaño. En ningún caso el nombre puede ser engañoso, es decir, engañar a los consumidores sobre el origen, la calidad o la naturaleza del producto. No puede, por ejemplo, usar términos brillantes como "genial" como marca. Este último criterio ha generado jurisprudencia importante, y uno de los ejemplos más divertidos es sin duda el de la marca Hippopotamus. ¡Los jueces no reconocieron este nombre como engañoso, porque es obvio para el público que no vamos a comer hipopótamos!
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